Las constantes consultas médicas por problemas derivados de la aplicación de biopolímeros en cirugías estéticas, inspiraron al cirujano plástico colombiano Rodolfo Chaparro Gómez a desarrollar una novedosa técnica para remover esos diversos materiales que una vez inyectados generan reacciones adversas pasados 3 meses o hasta 10 años más tarde.
Casos como el de la presentadora Jéssica Cediel, a quien supuestamente le inyectaron 50cc de ácido hialurónico en cada glúteo, pero terminó con depósitos irregulares de biopolímeros que alteraron su salud y su figura, la exreina María Mónica Urbina y la actriz y cantante Lady Noriega, a quienes le deformaron sus labios y su mentón con estas sustancias, y el de otras personas que, en busca de la belleza perfecta, terminaron siendo víctimas de los biopolímeros, fueron divulgados en medios nacionales e internacionales despertando toda clase de comentarios y críticas y han motivado la búsqueda de acciones y procedimientos para corregir sus estragos por parte de los profesionales de la cirugía estética.
“La Técnica RAMYL, Remoción Aspersiva con Microcánulas y Láser, es el fruto de mi experiencia personal en el manejo de los problemas que generan los biopolímeros, combinando procedimientos de la medicina estética convencional. Dependiendo de la zona a tratar y la complejidad del problema, se practican los procedimientos adecuados, se utilizan diluyentes, aspirado con cánulas o micro cánulas y evaporización con laser.” explica el Doctor Chaparro.
Ante los problemas, lo más importante es plantear soluciones, es el parecer del doctor Rodolfo Chaparro quien confiesa que al principio también aplicó biopolímeros a algunos de sus pacientes que lo solicitaron.
“Sí. Como todos los profesionales en mi área, confié plenamente en las licencias expedidas por el INVIMA y apliqué biopolímeros a mis pacientes, el gremio médico se atiene a las licencias que expiden los organismos nacionales como el INVIMA y los internacionales como la FDA para utilizar productos y medicamentos a seres humanos y si aprueban un producto debe ser porque ya se realizaron todos los estudios al respecto, pero cuando se me presentaron los primeros casos de trastornos me di a la tarea de resolverlos y ese fue el inicio del desarrollo de mi técnica RAMYL, agregó el doctor Chaparro.
Desde hace 6 años por su clínica en Envigado, Antioquia, han pasado en busca de ayuda todo tipo de personas incluyendo personajes públicos locales y nacionales, con deformaciones por biopolímeros generalmente alrededor de los ojos, la boca, el mentón, los glúteos y la pantorrilla. El caso que más recientemente le ha dado satisfacciones es el de la actriz y cantante Lady Noriega, quien después de intentar con muchas técnicas corregir las deformaciones que le produjo la inyección de estas sustancias en el área de su mentón, por fin ve resultados favorables que saltan a la vista.
Explica el cirujano que “el caso de Lady Noriega debe dividirse en dos partes: los labios y el mentón. El problema de los labios se resolvió en tres sesiones con espacio de 2 meses entre una y otra, observando periódicamente la evolución, cicatrización y resultados. El mentón fue algo más complejo y considero que aún nos quedan algunos pequeños detalles por resolver ya que lo importante es lograr la perfección estética”.
Sí, el caso de Lady Noriega es especial para el doctor Chaparro no sólo desde el punto de vista profesional, sino porque en medio de la batalla contra las fatales sustancias, la bella diva se ha instalado en su corazón y amenaza con quedarse allí para siempre.
Espere especial del romance entre la bella y el cirujano.
Pero, ¿es esta técnica una solución definitiva? Aclara el especialista que “La tecnica Ramyl es un procedimiento comprobado en el tiempo que sin duda, ofrece a los pacientes gran beneficio estético en cuanto a su problema con el dimetilpolisiloxano o biopolimeros, el porcentaje de éxito en los labios es muy alto, en parte por la facilidad especial que tiene la mucosa de la boca para regenerarse, pero en zonas como el mentón y la región periorbital (pata de gallo) la situación es muy diferente y exige un cuidadoso estudio de por donde, con qué y cómo abordar el caso para no dejar cicatrices que empeoren el problema”.